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Algo que ya no puede nombrarse

Instalación

Tallo de Philodendron bipinatifidum, manguera, tetinas, alfileres.

2022

Encontrarse en algo ajeno que se hace propio, y se vuelve ajeno otra vez, salvaje y también doméstico. Un tallo que devino en objeto, que se convirtió en tallo pero aún no ha dejado de ser objeto. Algo que ya no puede nombrarse.

“Si no existiera la ciencia todo sería mágico”

Nina Asprella

Este trozo de tronco de Philodendron bipinnatifidum fue recolectado de un montículo de residuos de poda. No presentaba signos vitales ni aparentes reservas en su interior. Lo llevé junto a otros trozos a mi taller para observarlos. Al tiempo comencé a intervenirlo: ponerle y sacarle cosas. Había pasado al menos dos meses apoyado en un piso de cerámicos, sin luz natural directa, bajo techo y entre paredes, con todas las comodidades humanas que las plantas detestan, y pude reconocer un brote asomando. Decidí seguir observandolo en las mismas condiciones, hoy lleva más de seis meses adentro, lejos del suelo, la lluvia y el aire del exterior, aun así sigue estirando suavemente un grupo de nuevas raíces aéreas y unas incipientes hojas. Este abril posó como parte de en una instalación que realicé en el ámbito de la muestra M.O.N.T.ó.N

 

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